En la década de los 90s surge la idea de promover el desarrollo humano, el cual permite alcanzar en las personas un mayor potencial de sus habilidades y de bienestar, para esto, son vitales los factores de educación, salud, seguridad, vivienda, etc. De ahí se origina la concepción de cultura como herramienta para el desarrollo. En virtud de este nuevo concepto, el desarrollo de los pueblos se complementa y enriquece desde una visión cultural.

El modelo hegemónico ha aportado de diversas formas al desarrollo local:

• Incentivando el proceso creativo de artistas y artesanos que son factor clave en los cimientos del desarrollo cultural.

• Contribuyendo en la unión y crecimiento de creencias y tradición. 

• Promoviendo el respeto a  la diversidad.

• Fortaleciendo el diálogo intercultural.

• Aumentando la libertad de expresión y creación

• Promoviendo participación efectiva de todas las personas en el diario vivir.

Así mismo, es prudente mencionar los aportes que no han sido muy eficientes desde una óptica cultural del modelo hegemónico al desarrollo local: 

• La influencia de costumbres externas que afectan las tradiciones de nuestro pueblo.

• La aparición de nuevas formas medicinales de origen científico las cuales a pesar de ser importantes en la actualidad, permiten que se ignoren las formulas tradicionales de curación y salud.

• A demás de otros aspectos que generan un desinterés de lo propio y neto de nuestro país como la música, la gastronomía, festividades típicas, entre otros.

En general podemos afirmar que la cultura colombiana se ha visto influenciada y afectada a través de la historia por el modelo hegemónico, pero es cuestión de nosotros promover al desarrollo local sin dejar de lado la cultura que es lo que nos identifica y destaca ante otros países y es nuestro patrimonio colombiano.